5- Las funciones del profesorado

 ¡Buenos días a todos y todas!

Atendiendo a las modificaciones que la LOMLOE realiza sobre el articulo 91 de la LOE, relativas a las funciones del profesorado, podemos observar que el trabajo de los profesores supone mucho más que impartir clases magistrales y transmitir conocimientos académicos a los educandos. Especialmente si tenemos en cuenta la existencia de centros en España en los que, principalmente por las condiciones sociales de los alumnos, es más importante incentivar y motivar a los alumnos a formarse que impartir contenidos académicos. En esta entrada pretendo realizar una reflexión sobre como estas funciones están presentes en el ámbito educativo, utilizando como fuente de análisis el documental Pulso al fracaso de Documentos TV.

Las tres primeras funciones del profesorado son aspectos que durante relativamente largo tiempo parecen haber sido aceptadas por el profesorado. De esta manera, en la actualidad, la labor del profesor no es únicamente la impartición de contenidos de manera aleatoria en las aulas, sino también la programación de las áreas, la evaluación del proceso de enseñanza/aprendizaje y la tutorización, dirección y orientación de los alumnos. En mayor o menor medida, estas son aceptadas como las funciones básicas del profesorado. Son más cuestionadas, por el contrario, el resto de las funciones. En efecto, en la actualidad aún existen profesores que no consideran de su competencia la orientación educativa, académica y profesional de los educandos, informar a las familias sobre los procesos de evaluación o la promoción, organización y participación en actividades complementarias. Reduciendo así exclusivamente su trabajo a la transmisión de conocimientos en el aula. Sin embargo, a su pesar, cada vez parece más necesario que los profesores pasen de ser únicamente los transmisores de contenidos en las aulas a convertirse en auténticos “lideres sociales” que sean capaces también de orientar a los alumnos en sus vidas.

La función que me ha tocado analizar a mí concretamente es “La participación en la actividad general del centro” del profesorado. Pulso al fracaso nos ofrece una excelente perspectiva de la labor que realizan los profesores en este sentido. La existencia de centros como el situado en Entrevías (Madrid), que concentra principalmente un alumnado en condiciones de exclusión social y con dificultades económicas, nos muestra que en muchas ocasiones la labor principal del profesor no es la enseñanza en las aulas, sino su función como coordinadores/tutores sociales del alumnado. Se realiza, en consecuencia un trabajo más “educativo” que “curricular”, que tiene como fin último evitar el fracaso social y la integración de estos alumnos en la sociedad. Así, en estos ambientes, se suele romper la jerarquía profesor-alumno, observando como el trabajo del profesorado se extiende mucho más allá de su labor en las aulas. De igual forma, resulta primordial que los profesores escuchen a sus alumnos, atiendan sus problemas y les orienten o ayuden en la medida de lo posible. Las tutorías adquieren así una mayor importancia que en otros centros educativos. Parece ostensible, por tanto, que la participación del profesorado en las actividades generales en este tipo de centros es bastante proactiva. Asimismo, por último, cabe destacar que para lograr un mejor funcionamiento de estos institutos es necesario la coordinación y la constante formación del profesorado. Esto implica que el profesorado fuera de las horas lectivas esté dispuesto a adquirir nuevos conocimientos y estar en constante relación con el resto del personal del centro.

Aunque este mayor número de funciones del profesorado en ocasiones pueda tener como consecuencia una mayor carga de trabajo, tiene que resultar muy reconfortante observar que muchos de estos alumnos con nuestra ayuda han evitado el fracaso escolar y han encontrado motivación por aprender. Todo ello, obviamente, sin exceder los límites del ser humano y teniendo siempre en cuenta que dicho aumento de horas extracurriculares puede llevar a la explotación laboral, así como provocar estrés y desesperación en el profesorado. Situaciones que deben ser evitadas.

Hasta aquí mi reflexión.