4- La educación en Castilla y León ¿Un sistema modélico?

A pesar de que España lleva participando en el Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes desde su primera edición en el año 2000, nuestro sistema educativo nunca ha destacado en la Evaluación PISA frente al resto de países concursantes. Ante estos datos poco alentadores, sin embargo, afortunadamente podemos sentirnos orgullosos de que el modelo establecido en Castilla y León es relativamente bueno. En efecto, en los últimos informes PISA nuestra Comunidad Autónoma ha ocupado el primer puesto a nivel nacional y el séptimo a nivel mundial, así como ha sido considerado por la OCDE como un ejemplo modélico de posible implantación en otras partes del mundo. Llegados a este punto, el objetivo de esta entrada es concretar los aspectos fuertes y débiles que señala el siguiente artículo de El Norte de Castilla sobre la "educación en Castilla y León":

https://drive.google.com/file/d/1YDxetNUMv9_jnUp8m5t-nq0l1qieUqUl/view

Uno de los principales puntos fuertes que señala el texto es la alta tasa de bilingüismo que presenta nuestra comunidad, que se posiciona como la segunda en España con mayor porcentaje de alumnos cursando las sesiones bilingües (alrededor del 48% del alumnado). Asimismo, es positivo que el Consejero de Educación, Fernando Rey, apueste por la ampliación de estos programas a la etapa infantil. Empero, no debemos dejarnos llevar por el triunfalismo. A decir verdad, tanto el sistema educativo de nuestra comunidad como en el resto de España adolece de un grave problema en la enseñanza del inglés en las aulas. Aunque las estadísticas muestren que cada vez un mayor número de alumnos se están formando en el bilingüismo, España continúa siendo uno de los países de la Unión Europea con menos nivel en conocimiento en inglés. Una de las causas de esta situación es que en numerosas ocasiones los propios profesores que imparten la materia en este segundo idioma no poseen los suficientes conocimientos sobre el mismo como para impartir adecuadamente sus clases, así como con frecuencia la asignatura de inglés es abordada como una materia de “segundo nivel”. Es interesante por tanto no quedarnos únicamente en las cifras e intentar hallar el núcleo del problema para poder resolverlo en el futuro.

Otro de los aspectos a destacar es que la política educativa en nuestra Comunidad Autónoma es bastante activa y en mayor o menor medida constantemente se está buscando como mejorar nuestro sistema. Esta intención es observable en el texto en la medida en que en los últimos años se ha apostado por una ampliación de la red de centros BIT en nuestra región, así como la Junta ha puesto en marcha nuevos centros autonómicos de referencia en innovación educativa para la mejora del bilingüismo. De igual manera, cabe destacar que no solo se está apostando por mejorar la calidad educativa, sino también se está luchando por la equidad, con el fin de “no dejar a nadie atrás”.

El principal problema, sin embargo, es que nuestra comunidad cada vez presenta unos índices más bajos de escolarización. El “vaciado poblacional” de nuestra comunidad, consecuencia en mayor medida de la falta de oportunidades en el mundo laboral, sumado al descenso de la natalidad está provocando que cada vez haya menos alumnos en los centros de Castilla y León. El texto señala así que aunque la cifra de alumnos inscritos en Secundaria y Bachiller en 2017 es similar a la de años anteriores, ha habido una pérdida de escolarización en Infantil y Primaria. Esta es una situación que, además, está afectando principalmente a los centros situados en entornos rurales, que lamentablemente están viéndose obligados a cerrar sus puertas.

Hasta aquí mi reflexión de hoy.