15- Un tutor ideal...

 ¡Hola a todos y a todas! En una de las últimas sesiones Xoán nos ha propuesto reflexionar sobre las cualidades y competencias que debería tener nuestro tutor ideal. Centrándome en las características que yo considero imprescindibles podemos hablar de lo siguiente:

En primer lugar, un buen docente debe tener una formación plena en cuanto a los conocimientos de la materia que esté impartiendo, así como dominar la transposición didáctica, entendida como el paso del saber sabio al saber enseñado, pues puedes tener muchos conocimientos en determinada materia, pero no saber transmitirlos a tus alumnos/as.

Por otro lado, considero muy importante también, el valor de la responsabilidad y la empatía, como requisito indispensable a la hora de trabajar y formar el proceso educativo de diversos estudiantes. Además de la amabilidad y el cariño que se debe tener cuando hablamos del trato con personas, siendo cuidadoso con su vocabulario e intentando crear un ambiente seguro, que fomente la participación y compromiso de todos los alumnos/as. 

No podemos olvidarnos tampoco de la creatividad e innovación que deben utilizar en sus clases, con el fin de atraer la atención del alumnado y fomentar así el interés y motivación por el aprendizaje. Así como la flexibilidad que deben proporcionar a la hora de posibles cambios, teniendo presente siempre que cada individuo es diferente, y por consiguiente su ritmo de aprendizaje también.

Adquirir herramientas, y estar al tanto de todas las novedades que van surgiendo en la Educación, también es un requisito, a mi parecer, indispensable para que el ritmo de las clases sea fluido. Adaptarse a los nuevos métodos y herramientas que hoy en día están en inmersos en el proceso educativo, destaca la actitud positiva y el amor por el trabajo que muchos docentes presentan en la actualidad, y esto se verá reflejado en la forma de impartir tus clases, así como en la motivación y predisposición de tus alumnos/as.

Por supuesto debe estar dispuesto a introducirse en el proceso de enseñanza-aprendizaje de los alumnos/as, y saber comunicarse tanto con el alumno/a como con su familia, con el fin de conseguir el mayor éxito posible de cada individuo trabajando de manera conjunta, teniendo una vía de comunicación abierta en todo momento.

Para terminar, me gustaría destacar también las competencias más importantes que debería tener este tutor ideal, como por ejemplo saber trabajar en equipo, orientar al alumnado tanto académica como personalmente, planificar y organizar el proceso de aprendizaje, reflexionar sobre los métodos de enseñanza actuales y elegir el más adecuado para cubrir las necesidades de todos/as sus alumnos/as, y por supuesto ser una persona carismática que permita generar un ambiente de progresión al grupo.

 

¡Hasta aquí mi reflexión de hoy!